Ni las autoridades civiles ni las tradicionales aparecen
Luego de ocho días de las inundaciones, 194 indígenas se encuentran en un albergue temporal. Un gran número de indígenas damnificados se ha contagiado con conjuntivitis.
ESPECIAL PARA LA PRENSA/ Eduardo E. Espinosa |
ALBERGUE. Indígenas se encuentran prácticamente a la intemperie, durmiendo en colchones en el suelo. 1087472 |
SOLOY, Ngöbe Buglé.
El martes, tras recoger donaciones de alimentos, ropa y útiles escolares, tres estudiantes de derecho de la Universidad Autónoma de Chiriquí y un bombero davideño, todos ngöbes, se trasladaron a la iglesia Asamblea de Dios de Soloy, donde se encuentra un grupo de damnificados, en un gran piso que parece un depósito.
Al cumplirse ayer ocho días en que las aguas del río Fonseca barrieron con lo poco que tenían, la situación para los 194 ngöbe buglés que se encuentran en este albergue en nada ha cambiado.
En el improvisado hogar se puede palpar desgano, tristeza, frustración y soledad envueltos con la usual alegría juguetona de los niños, que no comprenden lo que realmente ha sucedido. Mientras los más viejos intentan reposar sus cuerpos, ellos al igual que los más adultos añoran volver al lugar adonde pertenecen, las denominadas barriadas Nueva Generación, San Francisco y Boca de Miel Arriba.
Pero el regreso a sus hogares se está complicando, no por el hecho de que tienen que abandonar la zona que fue arrasada y que cobró la vida de una niña de nueve meses y de un hombre de 35 años, quien intentó salvarla, sino porque las autoridades civiles están disponiendo que sean reubicados en la zona más cercana al colegio de Soloy.
Pese a no estar lloviendo, la mayoría se encuentra agrupada como buscando calor. Un gran número está contagiado de conjuntivitis.
Afuera del local, hombres y mujeres atizan el fogón y preparan lo que será la cena. Frijoles sin guisar, acompañados de guineo verde sancochado, es el acostumbrado menú.
Fernando Moreno, quien coordina junto a Nicanor Bejerano a este grupo de damnificados, detalla que hay quienes piensan que en Soloy, con las corrientes y los muertos todo ha concluido. “Incluso las autoridades tradicionales no se han dignado en visitarlos”. “Una que otra autoridad civil y diputados vinieron, todos cuando desde un helicóptero se bajó el presidente Martín Torrijos, de allí desaparecieron”, se quejó.
Dijo tener conocimiento que existen posibilidades que sean reubicados en la zona cercana al colegio de Soloy, con lo que ninguno está de acuerdo. “Deseamos que se nos envíe a la zona más alta a donde desde muchos años hemos vivido, e incluso realizamos siembras para alimentarnos”, acotó.
Por su parte, Nicanor Bejerano argumentó que la situación de ellos es diferente a la de la barriada 19 de Abril y del área cercana al colegio de Soloy, ya que regularmente se instalan o hacen sus pequeñas casas solamente durante la época escolar, para luego retornar a sus verdaderas comunidades. “Las nuestras no son así , ya que las hacemos de forma permanente”.
Sobre este tema, Guillermo Guerra, director del Ministerio de Salud Comarcal, dijo que se está buscando comprar terrenos en la zona cerca al colegio, por lo que ya habían detectado a los propietarios de estas tierras, para su compra e iniciar de inmediato los trabajos de edificación.
Citó que los que se encuentran en el albergue de la iglesia, tendrían que estudiarse los motivos del porqué no desean ser reubicados en otro lugar, situación que no le corresponde al Minsa, sino a los ministerios de Vivienda y de Desarrollo Social.
Del brote de conjuntivitis dijo que es una situación de tipo viral y que los afectados están siendo tratados con medicamentos, al igual que se les dota de agua embotellada.
Nicanor Bejerano Palacio pidió a la ciudadanía panameña en general, que les consigan telas para confeccionar las naguas de las mujeres. Explicó que esta solicitud no es un capricho de las ngöbes, debido a que la cultura de la mayoría de ellas no les permite usar pantalones ni suéteres.
NECESITAN AYUDA
POBLACIÓN DEL ALBERGUE: 194 personas en total.
NECESIDADES: Botas de caucho, utensilios de cocina, sábanas, pañales, jabón, desodorante, desinfectante para letrina, entre otras.
ALIMENTOS: Arroz, granos, frijoles, aceite, sal, azúcar, café y leche para infantes.
CHIRIQUÍ.
En Soloy siguen a la espera
ESPECIAL PARA LA PRENSA / Eduardo Espinosa |
Los indígenas se mantienen en el colegio.1092798 |
SOLOY, comarca Ngöbé Buglé.
Los damnificados de las crecidas de los ríos Soloy y Fonseca, ocurridas el pasado 3 de septiembre en la comarca Ngöbe Buglé, aún permanecen en la la escuela Joaquina H. de Torrijos, sin saber qué suerte correrán.
Andrés Salinas, uno de los damnificados, dijo que “la situación no es nada clara para nosotros”, y temen que los niños pierdan el año escolar.
Salinas comentó que ellos no tienen para dónde ir, otros tienes tierras, pero la mayoría no tiene esta posibilidad.
“Las aguas del río se llevaron la barriada 16 Abril y ahora estamos aquí en la escuela, sin saber qué va a pasar con nosotros”, sostuvo.
Juan De Gracia es otro de los afectados que permanece en la escuela, porque no tiene dónde ir y él coincide con Salinas, que no sabe cuál será la suerte de ellos.
De Gracia manifestó que escuchó que para poder que los niños regresen a clases los van a trasladar a la capilla.
El gobernador de la provincia de Chiriquí, Virgilio Vergara, dijo que las clases en Soloy están previstas que se inicien hoy lunes, y que los damnificados serán reubicados.
Añadió que ayer, domingo, se hizo entrega de alimentos en Soloy, mientras que los afectados denuncian que llevan más de 15 días de estar comiendo sardina y atún.